Si te gustaría abrir la cocina para ganar amplitud pero te preocupan las desventajas de tener una cocina integrada al salón, optar por una zona semiabierta puede ser la solución perfecta. Las cocinas semiabiertas permiten conectar espacios contiguos, aumentar la sensación espacial, ganar comodidad a la hora de organizar una comida y, a la vez, pueden convertirse en un espacio cerrado para evitar olores y ruidos en el salón.
Una estantería divisoria
Existen múltiples maneras de conectar las cocinas semiabiertas con el salón. En el caso de que simplemente quieras delimitar espacios, puedes optar por un simple muro divisor. Este muro puede ser de escayola, un mueble robusto o una estantería que haga de separador. Con esta opción, la entrada a la cocina quedaría abierta a ambos lados del muro y conservarías la independencia y privacidad de cada espacio.
Integra el cristal como elemento separador
Si quieres crear un espacio diáfano y una mayor amplitud visual sin integrar totalmente la cocina al salón, los semicerramientos de cristal son una opción muy versátil. Puedes combinar tabiquería con cristal y con espacios semiabiertos.
Paredes invisibles
Otra opción es crear paredes de cristal a modo de tabiques divisorios. Así, la cocina continúa manteniendo su espacio pero se unifica visualmente con el salón. Las puertas se integran con la misma cristalería para conservar la uniformidad visual. Es preferible optar por puertas amplias que permitan conectar mejor los espacios. En este caso, conservas la distribución independiente de espacios pero logras crear una superficie diáfana.
Una cocina que se guarda en el armario
Si huyes de la idea de tener la cocina siempre a la vista, los paneles o puertas correderas que esconden la cocina a modo de armario son la solución más práctica. Este tipo de cerramiento móvil es recomendable para salones pequeños que quieren ganar espacio eliminando la zona dedicada a la cocina. La cocina se concibe como una zona útil que aparece y desaparece sólo cuando lo necesitas.
Cierra sólo lo que te interese
Si deseas abrir la cocina pero, por la distribución, hay zonas donde quieres mantener la delimitación de espacios, puedes optar por abrir completamente la cocina dejando un pequeño tabique de cristal, pladur o móvil en la zona a conservar. Esta separación es útil si la cocina está cerca de un pasillo o el acceso a otra estancia y quieres crear una separación. Además, mantener algún tabique te permite colocar mobiliario en la zona.
Finalmente, otra opción con menor impacto es colocar puertas más grandes o correderas que te permitan mejorar la entrada de luz o conseguir mayor fluidez entre espacios. Así puedes mantener la cocina cerrada y lograr una mejor conexión al salón.