Prepara la terraza para el buen tiempo
julio 25, 2016Ventajas de cambiar la bañera por un plato de ducha
julio 27, 2016Después del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, en el que los votantes eligieron abandonar las instituciones europeas, las hipótesis en torno a las consecuencias del resultado en el sector inmobiliario español no han cesado. La mayoría de las opiniones se han focalizado en cómo influirá el Brexit en el comprador de viviendas británico, sin incidir en la relevancia de este colectivo en el total de las compraventas de nuestro país. A continuación analizaremos el volumen de las transacciones efectuadas por los mercados extranjeros para comprobar de qué manera incide el comprador británico en este total.
Como ya se ha comentado en anteriores artículos, el comprador extranjero mantiene su interés por el mercado de la vivienda en nuestro país, del mismo modo que en los años en los que el sector se encontraba en un ciclo de recesión. En este sentido, el volumen de las transacciones efectuadas por los mercados extranjeros sigue manteniéndose en máximos. El año pasado, el 20% de las transacciones realizadas en nuestro país (76.690 viviendas) fue llevado a cabo por compradores extranjeros, mientras que el 80% fue nacional (403.532 viviendas). Del total de las operaciones de compraventa realizadas por compradores extranjeros, los británicos abarcaron el 21% de las transacciones.
Muchos de los analistas sostienen que la salida del Reino Unido de la UE producirá una recesión en su economía depreciando el valor de la libra y, por consiguiente, incidiendo en el poder adquisitivo de los británicos. Todo esto hace prever la bajada de la demanda de viviendas en nuestro país por parte del colectivo británico. No obstante, en 2009 la economía anglosajona sufrió un descenso del PIB, y aun así, durante ese ejercicio los británicos lideraron la compra de viviendas realizada por ciudadanos extranjeros en España (el 31,49%), tal y como afirma el último anuario del Colegio de Registradores.
Según los datos analizados, los efectos del Brexit y su impacto en el bolsillo del comprador británico tendrán repercusión en las viviendas españolas de menor precio, mientras que apenas afectarán a los inmuebles con importes más elevados. Las zonas más afectadas serán las costas, en concreto la Costa Blanca y la Costa del Sol. Sin embargo, no se espera que se reduzca significativamente la demanda, ya que el precio de la vivienda en nuestro país sigue un 30% por debajo del máximo de 2007.
Por lo que respecta a la comunidad británica residente en nuestro país, en 2015 el 12% de las compras realizadas por extranjeros fue llevado a cabo por ciudadanos de origen británico. En este sentido, no se prevé que vaya a haber un incremento de las ventas de viviendas por parte de este colectivo residente en nuestro país, ni siquiera en el supuesto de que, a causa del Brexit, decidieran abandonar España, ya que si las alquilaran obtendrían una mayor rentabilidad por la devaluación de la libra frente al euro.
Los análisis constatan que el Brexit no ha menguado ni el número de compraventas realizadas por compradores nacionales e internacionales ni el interés de los inversores por el mercado inmobiliario de España. Las perspectivas favorables en torno a nuestra economía, con crecimientos estimados superiores a los de la zona euro, confirman dicha tendencia y permiten afirmar que el sector inmobiliario español seguirá siendo percibido como un valor refugio.